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La Plata, Buenos Aires, Argentina

lunes, 23 de noviembre de 2009

Se dio vuelta la tortilla!!!


S.XIX – Schopenhauer dixit:

“Las mujeres tienen siempre un juicio de dieciocho años, medido muy estrictamente, y por eso las mujeres son toda su vida verdaderos niños. No ven más que lo que tienen delante de los ojos, se fijan sólo en el presente, toman las apariencias por la realidad y prefieren las fruslerías a las cosas más importantes.”

S.XXI – Constanza dixit:

“Los hombres que rondan los treinta, para arriba o para abajo, parecen menores de dieciocho años. Frente al terror que les causa un compromiso afectivo, se encierran en el trabajo y son más cobardes que un niño! No piensan en el presente, en el futuro, ni en el pasado; antes que reflexionar está el futbol y el asado. Si de apariencias y realidad se trata, o de fruslerías hablamos, no puedo dejar pasar uno de sus grandes sueños: comprarse la Play Station y evadirse a cuatro manos!!”

Nota: Las conclusiones se basan en un exhaustivo trabajo de campo en el que se ha interactuado con diferentes especimenes de dicho rango etario, y en varias entrevistas con colegas. Como no me gusta generalizar, pido disculpas a las pocas excepciones que confirman la regla.

martes, 10 de noviembre de 2009

Que se extingan los poetas!

Ojalá los poetas nunca hubieran existido!!

Ojalá no tuvieran qué decir!!

Ojalá sus palabras no tuvieran que sangrar!!

Pero los poetas, lamentablemente, tuvieron que existir y sus palabras tuvieron que sangrar.

Ojalá se agotaran del mundo las tristezas, los dolores, la injusticia, la nostalgias y las desidias!!

Así podrían, por fin, los poetas extinguirse…

Policromátik. (10-11-09)

sábado, 7 de noviembre de 2009

Sueños a cuentagotas que agotan su posible realidad

Hoy, una vez más, estoy tratando de asimilar que las partes aisladas de un sueño no constituyen su todo real. Y que por más que cada parte se parezca al sueño entero, no son más que trozos de lo posible, esparcidos al azar. Este tipo de sueños sólo se insertan en lo real con la lógica del Todo o Nada. Lo demás son sólo posibilidades de soñar.

Policromátik. (07-11-09)

domingo, 18 de octubre de 2009

La Mariposa y el Río

Blanca y Negra, la mariposa, fue a morir al río. Se posó frente a la orilla y preguntó desconsolada:

-Dime Río, tu que llegas y pasas, que de rumores de siglos y de misterios te empapas. ¿Qué fue de aquellos colores que las montañas colmaban?, ¿Qué fue del azul-violeta que en mis alas se agitaba?, ¿Qué fue del naranja intenso y de aquel rojo magenta, que pintando el ocaso abrazaba la tierra?, ¿Qué fue de los verdes, de tonos variados, de la gran llanura y del trigo sembrado?, ¿Qué fue del blanco nube que coronaba las olas sobre el verde-azulado de los horizontes?, ¡Dime Río, tu que sabes!, ¡Dime Río! ¿Qué ha pasado?, ¿Por qué me muero en un mundo tan triste y decolorado?

-La respuesta, me temo, no será de tu agrado. Hay quienes sobre la tierra se sienten dueños y amos. Hay una raza maldita, entre los seres mundanos, que no entienden de razones, aunque vivan razonando. No te enfades, mariposa, con estos pobres humanos! Son débiles y cobardes, por eso se defienden y confunden bueno por malo. Por eso destruyen lo mismo que crean, pues nunca supieron lo que la vida era. Mariposa, que por vida breve fuiste tan intensa! No juzgues, aunque no entiendas, a quienes pudiendo vivir un siglo, a la vida sentido no le encuentran. Hay quienes el sentimiento, la razón y las manos no saben cómo manejar y, cegados de poder, destruyen a sus hermanos. No pretendas, Mariposa, que estos seres tan extraños, capaces de torturar y asesinar a un hermano, atiendan nuestro reclamo de respetar un planeta, que ellos creen en sus manos. No esperes a que te escuchen, pues sordos son los humanos! Quizá no sean culpables. Quién sabe que tan difícil sea tener sentimientos, razón y manos. Alégrate, Mariposa! de haber vivido volando, de haber podido gozar de este mundo por un rato. Alégrate de haber visto los colores que has nombrado, porque el color y sus nombres, por hombres fueron creados. Ojalá fueran capaces, ellos también, de salvarlos! Pero el mundo que tu añoras, por hombres fue condenado; en su afán por mejorarlo, de a poco lo están matando.

Policromátik. (17-10-09)

martes, 6 de octubre de 2009

Siglo XXI Collage


El siglo XXI se parece a un collage. El hombre XXI se recorta y se pega. Hippies, Roqueros, Sadomasoquistas y Punks comen un BigMc al salir de la oficina. Emmo, Flogger, HipHopero, del celular al shopping y del shopping a la web. La escuela pierde terreno por goleada, pierde fuerza y dignidad pues no alcanza el presupuesto para el árbitro comprar. Entre desnutrición y bulimia, entre pobreza y desidia ¿Quién puede encontrar sentido a la palabra “autoestima”?

Los valores se aprenden por Internet y la guerra está a la vuelta de la esquina. Pero no se ve. Se transmite por TV, para horror de la vecina, que echa un ojo desde la cocina, a la crónica del día y reza por esa esquina que cree a miles de millas.

Nada tiene sentido, pero todo se reivindica. En el álbum del absurdo la figurita de Ghandi se pega junto a Bush, y Jesús hace origami en un animé desde la cruz.

Todo se corta y se pega, dentro y fuera de la web. En youtube entra cualquiera que haya caído en la Red.

“Siglo XX cambalache” y XXI collage. Ambos flor de cocoliche. ¿Qué será lo que vendrá?

Rotos y defragmetados ¿Quién se animará… a reciclar ser humanos, siglos y prosperidad?

Difícil pronosticar futuros desde un collage. Demasiado humano roto y pegado así nomás. Mucha imagen, propagandas, pero poca Identidad.

Policromátik. (06-10-09)

domingo, 4 de octubre de 2009

Un "ti" sin referente

Libertad de que no tenga

Referencia concreta el “ti”

Alivio profundo

Y calma serena.

Ausencia de imagen

Que en el “ti” resuena.

En el “ti” de “por ti vivo”

Y en el de “por ti me muero”.

Sonrisa infinita

De quien ya no espera.

Ausencia de imagen

Que en el “ti” resuena.

Ese quiero estar contigo

Que en el pasado cantaba

Contigo se ha ido

Vacío y en calma.

Ausencia de imagen

Sin “ti” concretada.

Policromátik. (03-10-09)

sábado, 5 de septiembre de 2009

La Muerte del Sol

Se me ha caído el Sol.

Se apagó. Se fue.


¿O fui yo quien lo apagó?

¿Por qué no quedan estrellas cuando el Sol se apaga?


Porque eran su imagen y semejanza.

Porque seguían su modelo.

Porque, quizá, era yo la que quería que brillaran.


Y… ¿Ahora?


Ahora que el Sol se apaga,

Y las estrellas se hunden con él,

en un enorme y escéptico agujero negro…


Ahora, ¿qué pasa?

¿Qué pasa si no hay Sol y la luna brilla con luz propia?

¿Resulta que, ahora, la luna es el Sol?


Yo no quiero ser el Sol.

Nadie debería serlo.


Pero… ¿Y las estrellas?


No me importa que el Sol se muera.

Es más, sería un proceso psicológicamente sano.

Me alegra.

Me alegra ver detrás de sus caretas.

Me alegra que la hipocresía, el egoísmo y la incoherencia

Dejen de brillar.

Me alegra que mi luz sea mía.

Y que sea diferente.

Y que, quizá, jamás la entienda.


Pero… ¿Y las estrellas?


El cielo se ve tan frío, tan solo…

Traté de colgar estrellitas.

De esas que se cargan con la luz del día

Y brillan, fluorescentes, al apagar el velador.


Durante algunas noches

Jugué a que el cielo

Volvía a brillar.


Durante algunas noches

Me aferré a algún abrazo

Y jugué a quererte

Y a que me querías.


Pero ya no tiene caso.

Colgar estrellas de papel en el cielo raso.


Cuando el Sol se apaga

Y ya no hay modelos que sostengan las estrellas,

El cielo también se apaga.

Y es en vano seguir buscando formas que encajen

en un cielo deformado.


Por eso, he decidido

Dejar de pescar en el agujero negro.

Retirar mi corazón del juego.

Hasta que todo se hunda.

Se hunda todo el cielo en la mayor oscuridad.

Así, cuando vulva a brillar alguna estrella,

Sea una estrella de verdad.


Me voy con mi corazón a un retiro.

A un retiro de oscura soledad.

Hay lágrimas, como es de esperar;

Pero también hay sonrisas.

Soy conciente de porqué mi corazón agoniza.

(Tantos años de terapia a la larga se amortizan)


Me retiro por un tiempo.

Me voy con mi corazón.

Lo protejo de la noche, de la bruma y del rencor.

Me voy con mi corazón a llorar la noche negra.

No tengo miedo a lo oscuro. Y menos a la soledad.

Sé que mi brillo es real.

Y que, quizá, un día encuentre

A la estrella que me vea brillar.

Policromátik. (05-09-09)

domingo, 30 de agosto de 2009

Una Experiencia Coral

Frente a la oportunidad de grabar un disco con el coro de la Cámara Argentina de la Construcción, al que pertenezco desde el año 2007, y la propuesta de escribir algo al respecto, no me pude resistir y aquí estoy, tratando de compartir con ustedes lo que para mí significa la emocionante experiencia del canto coral.

No puedo dejar de mencionar, y dedicar de alguna manera estas palabras, a quien me supo transmitir la pasión y el encanto que encierra esta actividad. A partir de sus relatos sobre el gran Mestro Cubik, el coro de ingeniería, los comienzos del movimiento coral platense y un profundo color de bajo en su voz, Armando Méndez, mi abuelo Chongo, me dejó como herencia esta hermosa necesidad de formar parte del particular modo de asociación humana que son los coros.

Me he cruzado varias veces con la pregunta: “si se trata de cantar, ¿por qué hacerlo en un coro y no como solista?”; pregunta que inevitablemente desemboca en otra ¿qué es un coro?.

Me he cruzado, también, con varias respuestas al respecto: “un coro es un espacio de encuentro y desconexión con la rutina”, “es una actividad relajante y divertida”, “es la posibilidad de cantar para los que no nos animamos a cantar más que en la ducha”, “es la expresión más acabada de las posibilidades que otorga el mejor instrumento humano”, “es un cable a tierra”, “es un grupo de autoayuda”, “es un montón de gatos locos amantes de la música, el vino, el morfi y la compañía”, “cierto número de espíritus angélicos que componen un orden”, “conjunto de personas reunidas para cantar, regocijarse, alabar o celebrar alguna cosa”. “es un cotolengo”.

y así podría continuar durante largas páginas, enumerando los múltiples significados, enciclopédicos y populares, que acarrea la humilde y gigantesca palabrita: coro.

Para esta ocasión particular y a modo de reflexión personal, voy a intentar responder a estas preguntas.

En este espacio de diagonales que atraviesan mi ciudad, así como la música atraviesa las emociones, los momentos y las pasiones de esta rara especie que somos los seres humanos, en mi caso particular he descubierto la yuxtaposición atemporal de tres generaciones en el canto coral.

Gracias a esta actividad, fui parte de una experiencia –allá por el 2002- a la que no le queda grande el adjetivo de trascendental.

Me encontré, de repente, entonando melodías con amigos cuyos padres y abuelos habían estado haciendo exactamente lo mismo, con mi padre y con mi abuelo, en ese mismo lugar. Es difícil encontrar palabras que alcancen a describir las vibraciones que me recorrieron de pies a cabeza. Sentí en un acorde la fuerza de la tradición condensada en un instante, en un lugar. Sentí, como en un conjuro musical, desdoblarse el tiempo y el espacio para hacer presente un pasado que se lleva en la sangre y en la voz. Descubrí en ese momento, en ese instante sublime, lo que un coro significa para mí. Sentí el abrazo de una tradición, que desde ese entonces, no puedo ni quiero dejar de continuar.

Y es esa misma sensación la que vuelve a recorrer mis venas y a erizar mi piel, cuando en un concierto, las cuatro cuerdas se conjugan de tal modo que el universo se resume en una nota. Cuando en un ensayo, un golpe inesperado de concentración, genera en la expresión del director ese gesto inconfundible de satisfacción, señal de que hemos encontrado el matiz que nos faltaba. Cuando durante un viaje los “compañeros” del coro se vuelven “amigos y familia”. Cuando las veintitantas vidas e historias diferentes que conforman este coro se abren, se comparten y se entregan a la experiencia común de componer, entre todos, la vida y la historia de nuestro coro.

¿porqué elegir un coro y no un canto individual?

Porque el coro fomenta la solidaridad. Porque el coro no distingue entre géneros, edades, ni clase social. Porque el criterio discriminatorio del canto coral se basa en los colores de la voz, con la única finalidad de integrarlos en la cuerda cromática que mejor le combine. Porque ser parte de un coro es trabajo en equipo. Es la motivación de mejorar uno mismo para que mejore el grupo. Es un rayo entre todos los que guían a la rueda. Es la parte necesaria para que el Todo exista. Es una nota en el pentagrama. Una estrella que compone la vía Láctea. Ser parte de un coro es convertirse en el nudo de una red que atrapa melodías y las hace volar. Es conectarse con el otro y aprender a coordinar. Es el engranaje que hace a la máquina funcionar. Es la mano que sostiene, empuja y acompaña. El canto coral es el reflejo de una utopía hecha realidad. Es la energía que se comparte y se extiende al más allá. Es la suma de latidos que dan ritmo y corazón a la amistad.

Una y otra vez,

elijo el canto coral.

porque sabe fusionar,

de manera singular

melodías, compañía

y alegría sin igual.

Una y otra vez,

elijo el canto coral.

Porque sabe entrelazar

en su armonía vital

entramados musicales

espacio, tiempo, amistad.

Una y otra vez.

Elijo el canto coral.

Porque contiene la vida

Y la historia de mi ciudad.

Porque tradición y familia

Suenan a canto coral.

Ma. Constanza Albarracín

13-08-09

domingo, 23 de agosto de 2009

Sentencia

Aquel que puede hablar de Amor


en términos de Verdad y Eternidades,


No ha vivido el Amor en sus Profundidades.

Policromátik. (23-08-09)

sábado, 8 de agosto de 2009

Cuento terminal

Hay un cuento que no puedo terminar.

Una historia que es difícil de enterrar.

Hay un cuento que te nombra.

Que te escribe sin cesar.

Que te busca por las noches

aunque no te pueda hallar.

Hay un cuento atravesado

y una urgencia de expresar.

Hay una historia inconclusa

que no acepta su final.

Hay un cuento que atormenta.

Que desvela su soñar.

Se estira, se acorta,

se compacta y no se va.

Da vueltas, sube, baja,

cambia de formas

y vuelve a empezar.

Se canta, se grita, se odia,

se extraña y se vuelve a amar.

Hay un cuento que te llama

y se ahoga al respirar.

Hay un cuento que quisiera ser novela.

Lenta, descriptiva,

abierta y ambigua sin razón.

Hay un cuento detenido

en el tiempo del narrar.

Porque le aterra avanzar

y encadenar las acciones.

Hay un cuento sin final

que es urgente terminar,

para aliviar las tensiones.

Pero este cuento maldito

se aferra a la realidad

de un personaje perdido

al que quiere asesinar.

Es por eso que se enrosca

y se niega a terminar.

Es por eso que me llora

y no me deja pensar.

Hay un cuento necesario

para poderte olvidar.

Hay un cuento que me espera

y me llega a desesperar.

Hay un cuento que no se deja escribir.

Pues trata sobre morir

-o más bien- sobre matar.

Sobre matar ilusiones,

esperanzas, tu mirar.

Hay un cuento que te ama

y te asesina al final.

Como asesinan las penas

de una historia que se va.

Como asesina el recuerdo

de aquel abrazo falaz.

Como asesinan tus dudas,

tus misterios y tu paz.

Hay un cuento que me indigna

y necesito olvidar.

Como tu nombre y tus besos.

Como tu hechizo mortal.

Hay un cuento que esta noche,

disfrazado de poesía,

creyó poderme esquivar.

Pero ya lo dije antes:

es necesario acabar!

Con palabras, con un llanto,

con insomnio y sin puñal.

Esta noche, como sea,

no se me escapa el final.

Esta noche, como sea,

juro no volverte a nombrar!

Esta noche, sin excusas,

sin esperas ni quizás,

asesino tu recuerdo;

aunque me muera al final.

Hay un cuento que se esconde

sólo para hacerme mal.

Hay un cuento postergado

que ya no puede escapar.

Ya lo tengo entre mis manos.

Ya es un cuento y nada más.

Ya lo voy descuartizando:

Principio, nudo y final.

Me mira desconsolado

“no te quise lastimar”

Ya no importa lo pasado.

Es pasado y nada más.

Tus lágrimas no me conmueven.

Son mentiras. Una más.

Tu piel ya no me estremece.

Nunca fue mía al final.

Tu sonrisa que adoraba

se hizo burla, se hizo mueca.

Se marchita. Se desgasta. Se va.

Hay un cuento que se apaga,

que se calla, que agoniza.

Junto a él veo tu cara,

tu mirada y tus caricias.

Hay un suspiro profundo.

Hay calma y una llovizna.

Hay un rencor que camina

por una senda muy clara.

Se aleja, se eleva, se difumina.

Hay una paz que me invade

y una luz que me ilumina.

Hay un silencio en el aire

que me inunda y me apacigua.

Hay un aroma a jazmines.

Hay un cuento que termina.

Policromátik. (08-08-09)