Mi foto
La Plata, Buenos Aires, Argentina

domingo, 30 de enero de 2011

Cuadernillos



Sueño un rincón de jazmín 
y de lirios

Cony Albarracín (30-01-11)

sábado, 29 de enero de 2011

PLUMAS COLOR DE CIELO SIN NOMBRE



Había una vez un cielo del color de mis plumas. No era celeste, ni gris. Era de un color indescriptible. No tenía nombre ese color. Ni ese cielo. Ni mis plumas. Serían, seguramente, un par de alas rotas.


A un breve diálogo entre los dos, un veinticinco de mayo del bicentenario y a una larga charla entre los mismos dos, un veinte de enero del año siguiente.
Sobre un cielo y unas plumas de un mismo color.

Cony Albarracín (29-01-11)


Un par de citas del "Werther" de Goethe (en algún punto me recordaron al último post).



" Lo que me roe el corazón es la fuerza devoradora que se oculta en toda la naturaleza, que no ha producido nada que no destruya a su prójimo y a sí mismo."


" Cuando el Hombre no se encuentra a sí mismo, no encuentra nada."

viernes, 28 de enero de 2011

2011 de Enero de 27 Miércoles, La Plata (y Viceversa)

O pongámosle simplemente “un día de Miércoles”.

Desde que decidí jamás tener hijos, verme menstruar es igual que ver caer el revoque mal hecho de la habitación de un niño sobre su tumba.

Miro las gotas de sangre caer una a una sobre el agua del inodoro y pienso en cuántos dolores se evitarían si la Naturaleza hubiese sido un poquito más sabia. Un poquito. Como para haberme hecho nene en lugar de nena. Un poquito nomas. Como para que tomar este tipo de decisiones, cuando una es mujer, no fuese tan complicado al momento de tener que  dar explicaciones a la sociedad. Una pizca más de sabiduría en la Naturaleza hubiese estado bueno para que este tipo de explicaciones innecesarias fuesen, realmente, innecesarias. Decirles, simplemente, que se trata de una elección madura, incluso más madura que muchas otras, tantas  veces tomadas así como así y que perjudican a tantos. Que no es una falta gravísima al “mandato del género” y que no le estoy quitando la posibilidad de vivir a nadie. Eso entre muchas otras estupideces que escuche decir últimamente. Es una elección. Ni más ni menos que una elección, pensada y meditada desde hace mucho tiempo. ¿O ahora resulta que la gente está esperando con un numerito, haciendo cola para nacer; o hay un montón de bebés colgaditos del cielo gritando desesperados ¡dejáme nacer! ¡dejáme nacer! Y vos con una gomera le quitas la posibilidad de vivir porque decidís, responsablemente, que no querés parir a ninguno?

Si tan solo la Naturaleza hubieses sido un poquitito más sabia…! Cuántos dolores se evitarían, pienso cada mes mientras miro las gotitas rojas y esos coágulos inmundos.

Al menos a muchas nos evitaría cada mes estas contracciones del útero que expulsa sus revoques sangrantes y que por resumir elegantemente, o muchas veces por ignorancia,  nos obliga a utilizar eufemismos del tipo: “me duelen los ovarios” o “- me duele la panza” y siempre hay algún pelotudo insistente que se preocupa más de lo una quisiera, porque además toooodo, todo duele el doble, hasta que se preocupen por vos… y que no lo hagan… puff!! Más!! y entonces te preguntan:
“-¿Comiste algo que te cayó mal?” y ahí tenés que caer en el eufemismo o en la ordinariez, y una ya está grande para decir ciertas cosas, entonces ahí vas con "esa frasecita":
“- No… cuestiones femeninas”…

¡!!¡CUESTIONES FEMENINAS!!!! ¡Siempre odié esa frase!, ¡Detesto esa frase! Yo debería haber sido varón, definitivamente…

Aunque ahora, sé que en realidad me gusta ser mujer (dejemos a Nacha Guevara y su canción de lado por favor se los pido, no caigamos en tatos clichés, que ya venimos decayendo desde hace rato. Tratemos de mantenernos en cierto equilibrio…tratemos). Digo, me gusta mi género. Lo que no me gusta es esto de tener que menstruar al pedo sabiendo desde siempre que no quiero parir. Que no pienso parir nunca. Que no me interesa traer más gente a este mundo en que la Naturaleza, tan sabia como todos la creíamos, se equivocó en cosas fundamentales!! Que van desde mi caso particular; esto de hacerme menstruar cada mes sin sentido y ver en cada coágulo cantidad de habitaciones de niños desperdiciadas (ya que podrían hacer feliz a otros); hasta el error más grande que fue crear a la Raza Humana. La raza que la matará a ella. A la Naturaleza. A su madre. A su creadora.

¿Quién dijo que la Naturaleza era Sabia, si fue la creadora de su propio cáncer?

El Hombre lo dijo. Seguramente, el primero en decirlo y en pensarlo fue algún Sabio. ¿Lo habrá hecho para comenzar a destruirla sin culpa? ¿Habrá sido un Sabio, un Clérigo o un Comerciante? Humano sin duda. La Naturaleza jamás se hubiese autodenominado Sabia. Incluso, comienzo a pensar que, deprimida, lo que buscaba hacer cuando creaba al Hombre era suicidarse. Quizá no pudo soportar el éxito de su obra. Quizá se le fue de las manos y como no había drogas, ni alcohol, ni estupefacientes a mano…

O NO!!! O la Naturaleza, al igual que esa idea que se tiene de Dios, nos hizo a imagen y semejanza suya… es decir, la Naturaleza también, al ver que todo lo que creaba le salía bien, se fue llenando de codicia y ambición, se dejó arrastrar por el poder y cegada en su delirio de grandeza construyó a la criatura que sería como su ópera prima. La máxima expresión de lo perfecto! 
Sin ver que aquello que construía era su propio asesino, su enfermedad, su muerte.

No sé.

Lo único que espero es que si algún día aparece una estadística cuyo resultado sea:

De cada 100 (cien)  mujeres 1 (una) sufre de “Menopausia Precoz”.

Esa 1 (una) sea yo.
Cony Albarracín (27-01-11)

martes, 25 de enero de 2011

Luis, Luis y "Luisa". Los tres Luises de la Plaza

Hoy en la plaza había una “Luisa” sin un Luis. Pero con un Alfonso y dos Luises.

Un Luis y un Alfonso cuidaban una plaza y una Bici.

Al otro Luis le faltaba el taxi y la guitarra. Pero cuidaba su 

voz como cuando tenía veinticuatro años.

Hoy en la plaza había tres Luises pero uno no estaba. ¿O sí?

La cuestión es que ella también fue Luis. Le decían “Luisa”.

Luis, Luis y “Luisa” se encontraron, azarosamente, en la 

plaza y así llenaron la ausencia del Luis que a ella le faltaba.

¿Casualidad? ¿Paradoja? ¿Ficción? ¿Realidad?

¡Vida Payasesca si las hay! ¡Tarde loca e inesperada!

¡Pero bella! Bella la tarde y el atardecer

de un Luis, un Luis y una “Luisa” en una plaza sin Luis.


Cony Albarracín (24-01-11)

lunes, 24 de enero de 2011

Angustias de Pierrot IV



- Empieza a reírse de pelotudeces 
sin participar a los demás - dice la 
madre.

- Empieza a reírse de sí misma - 
corrige la abuela desde la cocina.



Ella escribe.

El payaso llora.


Cony Albarracín (03-01-11)

viernes, 21 de enero de 2011

Fragmento de algo que estoy escribiendo - Cony Albarracín

(...)
Más abajo, en la misma página, Alejandra cita un fragmento de Prust que me empuja a la librería a preguntar por “En busca del tiempo perdido”. No lo tienen. ¡Lógico! Pero encuentro “El discurso del método” y me asombra lo breve de la edición completa, por lo mucho de las quejas de Alejandra acerca del tiempo que le llevó leerlo. Me asusta abrirlo. Imagino lo rebuscado de su escritura para que mi amada agonizara tanto en su lectura. Imagino un Foucault, un Bourdieu… leo la contratapa y dice: “muy llevadero y accesible al lector”.
No traigo plata encima. Pero mañana, sin dudarlo, será lo primero que haga. Lavarme los dientes y comprar “El discurso del método” de Descartes, más un libro de Unamuno con el que tropecé al salir del local. Me llamó la atención su visión del ser humano: mitad positivo, mitad negativo; entre otros pensamientos muy acordes a lo que pienso. Por otro lado, ambos libros, accesibles a mi precario bolsillo. El del Marqués de Sade prologado y comentado por Barthes y otros dos críticos conocidos pero de nombres irrecordables para mi memoria, encuadernación y dibujos de puta madre, me fascino!! Pero quedará en mi lista de futuras inversiones.
-¿Tienen algo de Cesar Vallejo?
-Nada.
Estas librerías turísticas, son increíbles! Pero revolver es el secreto…
El otro día, encontré los Cuentos Completos de Poe y fue toda una hazaña. Yo estaba ahí por un cambio. Me habían regalado los Cuentos Completos de Silvina Ocampo I que yo acababa de comprarme semanas atrás y pensaba cambiarlos por los Diarios de Alejandra Pizarnik, para completar su obra.
Ellos, los cuentos de Poe, estaban entre los libros de autoayuda gritando y fui a su rescate. Sentí que los ayudaba. Le dije al chico de la caja: “además de cambiar a Silvina por Alejandra me llevo este librito de autoayuda que me está gritando desde aquella mesa (arrastrando el gigantesco tomo hasta la caja)”.
Mientras me los agrupaban en las bolsitas, lo miro al chico y le digo: “ ¿Te puedo pedir algo? (el empleado dudó pero asintió con la cabeza, como corresponde frente a todo cliente) el otro ejemplar que queda solito (porque sólo había dos) no lo pasarías a un estante de literatura? Me da la sensación de que  se va  a deprimir ahí (el chico abrió los ojos como dos faroles). En serio! Ponelo cerca de otros autores, cuentistas… o cerca del género policial al menos; pero por lo qué más quieras no lo dejes solo en esa mesa… puede morir de depresión. De verdad te lo digo, es muy feo sentirse solo y fuera de lugar; sentir que uno no pertenece a su entorno justamente por ser una especie de genio. No dejes que los cuentos de Poe se mueran rodeados de libros de autoayuda y de tarot!, ¿dale? ¿Me hacés ese favor? Yo rescato uno y del otro te encargás vos. Feliz Año!” dije con una sonrisa y salí del local.
No sé que habrá hecho; seguramente un gesto de “Loca!” cuando me di vuelta, y allí habrá quedado Poe entre Cohelo, “El secreto”, y miles de exóticos desconocidos. Pero ahora que lo pienso, ojalá alguien vaya buscando la solución a sus problemas, se acerque a esa ridícula mesa y se encuentre, por azar, con un libro gordo, de tapa blanca, autor de nombre cortito y un gato negro crispado y misterioso que lo engatuse; y sin querer… zacate! Se introduzca en el infinito y fascinante mundo de la literatura. La vida se le va a complicar el doble. Respuestas… olvídalo! Ayuda, menos que menos. Se multiplicarán sus preguntas hasta donde jamás imaginó. Pero llegar a lo jamás imaginado, pregunto ¿No es, quizá, lo más apasionante que a alguien puede sucederle?

LOS ARTILLEROS - Roberto Bolaño en "La Universidad Desconocida"

" En este poema los artilleros están juntos.
Blancos sus rostros, las manos
entrelazando sus cuerpos o en los bolsillos.
Algunos tienen los ojos cerrados o miran el suelo.
Los otros te consideran.
Ojos que el tiempo ha vaciado. Vuelven
hacia ellos después de este intervalo.
El reencuentro sólo les devuelve
la certidumbre de su unión. "

(Nota Policromátik: A veces, cansados de dudar, algunos corren hacia la iglesia; otros, más  místicos, al quiromante; pero siempre, en busca de respuestas. 
Una noche (como tantas, como muchas, como casi todas), cansada de revolver dudas en mi cabeza, tomé un librito muy pequeño de poemas de Bolaño que estaba sobre mi mesa ratona; en busca, yo también, de alguna respuesta. Abierto en una página al azar, lo antecitado fue lo que me dijo. Me sorprendió! Lo dejé en stand by como suelo hacer con los horóscopos; pero lo que sucedió al día siguiente, me dejó desconcertada.... 
Como suele suceder, la Realidad lleva siempre un As bajo la manga.
Los libros, comienzo a creer, encierran más respuestas de las que pensaba. Sólo hay que saber mirar, aprender a leer. Los libros y, sobre todo, la Realidad.)
Cony Albarracín (21-01-11)

lunes, 17 de enero de 2011

Escindida

mitad Sonrisa;                    mitad Huraña
mezcla de Risa,                   Llanto y Lagaña

mitad Lectura;                    mitad Escritura
mitad Cultura;                    mitad Hechura

mitad Esperanza;              mitad Herejía
mitad María;                      mitad Constanza

Cony Albarracín (17-01-11)

Sábado, 29 de Febrero 1958 - de los "Diarios" de Alejandra Pizarnik (p. 115)

  "La noche. Es ella, detrás de los cristales. La infancia muerta esboza un saludo. La Madre Universal. Ella gime detrás de mi sangre. Disolverme en el humo de mi cigarrillo. (Si por lo menos fuera puta - dijo la muchacha.) Pienso en el mar. En sus olas fosforescentes. En mi miedo la noche aquella cuando los caballos silbaban en la alameda y dentro de mí un ser crecía hasta hacerme reventar de existencia. Y yo me dejaba seducir por las aguas. Las aguas rodeaban mi cuerpo desnudo. Y era en una noche carente de luna, enferma de nubes. Y fue una noche de banderas que aleteaban para festejar a la muchacha enamorada del mar. Y yo era inocente. Y el mundo fue en mi sangre.
   Pero ¿qué?"