Hay un cuento que no puedo terminar.
Una historia que es difícil de enterrar.
Hay un cuento que te nombra.
Que te escribe sin cesar.
Que te busca por las noches
aunque no te pueda hallar.
Hay un cuento atravesado
y una urgencia de expresar.
Hay una historia inconclusa
que no acepta su final.
Hay un cuento que atormenta.
Que desvela su soñar.
Se estira, se acorta,
se compacta y no se va.
Da vueltas, sube, baja,
cambia de formas
y vuelve a empezar.
Se canta, se grita, se odia,
se extraña y se vuelve a amar.
Hay un cuento que te llama
y se ahoga al respirar.
Hay un cuento que quisiera ser novela.
Lenta, descriptiva,
abierta y ambigua sin razón.
Hay un cuento detenido
en el tiempo del narrar.
Porque le aterra avanzar
y encadenar las acciones.
Hay un cuento sin final
que es urgente terminar,
para aliviar las tensiones.
Pero este cuento maldito
se aferra a la realidad
de un personaje perdido
al que quiere asesinar.
Es por eso que se enrosca
y se niega a terminar.
Es por eso que me llora
y no me deja pensar.
Hay un cuento necesario
para poderte olvidar.
Hay un cuento que me espera
y me llega a desesperar.
Hay un cuento que no se deja escribir.
Pues trata sobre morir
-o más bien- sobre matar.
Sobre matar ilusiones,
esperanzas, tu mirar.
Hay un cuento que te ama
y te asesina al final.
Como asesinan las penas
de una historia que se va.
Como asesina el recuerdo
de aquel abrazo falaz.
Como asesinan tus dudas,
tus misterios y tu paz.
Hay un cuento que me indigna
y necesito olvidar.
Como tu nombre y tus besos.
Como tu hechizo mortal.
Hay un cuento que esta noche,
disfrazado de poesía,
creyó poderme esquivar.
Pero ya lo dije antes:
es necesario acabar!
Con palabras, con un llanto,
con insomnio y sin puñal.
Esta noche, como sea,
no se me escapa el final.
Esta noche, como sea,
juro no volverte a nombrar!
Esta noche, sin excusas,
sin esperas ni quizás,
asesino tu recuerdo;
aunque me muera al final.
Hay un cuento que se esconde
sólo para hacerme mal.
Hay un cuento postergado
que ya no puede escapar.
Ya lo tengo entre mis manos.
Ya es un cuento y nada más.
Ya lo voy descuartizando:
Principio, nudo y final.
Me mira desconsolado
“no te quise lastimar”
Ya no importa lo pasado.
Es pasado y nada más.
Tus lágrimas no me conmueven.
Son mentiras. Una más.
Tu piel ya no me estremece.
Nunca fue mía al final.
Tu sonrisa que adoraba
se hizo burla, se hizo mueca.
Se marchita. Se desgasta. Se va.
Hay un cuento que se apaga,
que se calla, que agoniza.
Junto a él veo tu cara,
tu mirada y tus caricias.
Hay un suspiro profundo.
Hay calma y una llovizna.
Hay un rencor que camina
por una senda muy clara.
Se aleja, se eleva, se difumina.
Hay una paz que me invade
y una luz que me ilumina.
Hay un silencio en el aire
que me inunda y me apacigua.
Hay un aroma a jazmines.
Hay un cuento que termina.
Policromátik. (08-08-09)
1 comentario:
muy bueno coca, me encanto! mandame mas!
Publicar un comentario