a ese lugar que más te ha ensombrecido
verías la alegría que ha existido
y lo maravilloso de antemano.
Si pudiera llevarte a ese lejano
lugar, donde sufriendo has aprendido,
te enseñaría aquello que has perdido
en temer, en mentir, en huir en vano.
Mas si no he de llevarte a sitio alguno
ni darte nada iré adonde tú quieras
me mostrarás tus juegos uno a uno,
tu persistente crimen, tus quimeras,
el precoz nacimiento de tus celos,
el incestuoso amor, en mis desvelos.
(S.O. en Amarillo celeste. 1972)
No hay comentarios:
Publicar un comentario